Mario Álvarez Quiroga en el Teatro La Mascara

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"Ando con un pequeño problema, para mí, grave porque tiene que ver con mi instrumento que es la garganta, y que hace más de una semana me tiene mal, me pone mal y ya se salió de los carriles...Según el médico no tengo problemas en las cuerdas vocales pero tengo un problema en el estómago que me afecta a la garganta. Les pido mil disculpas si no estoy al alcance que siempre estuve".

La sala del Teatro La Máscara estaba repleta lista para presenciar el espectáculo que el cantautor santiagueño iba a protagonizar: “Los Buenos Aires de Santiago”, pero los aires no fueron tan buenos ya que el diablo apareció, metió su cola y cortó de repente el instrumento principal del interprete.

El viernes pasado se había suspendido la primera función del show porque la garganta de Mario sufría graves problemas de dicción y pronunciación y tras una semana de espera, la recuperación no fue la esperada.

Bajo una nube musical que ofrecieron los músicos del grupo “La mezcla” que acompañaron al artista, una aclimatación, el viaje imaginario del escenario en una forma de pre diálogo con los espectadores dejándolos risueños y listos para empezar, y en silencio, Mario Álvarez Quiroga apareció y pidió disculpas porque sabía que no iba a ser la noche esperada.

“Desde mis ojos” le puso el primer rasguido de chacarera santiagueña al teatro porteño pero se notaba que no había color en la voz del protagonista y que el esfuerzo era sobrehumano.

Continuó el espectáculo con “Tierra Madre Chacarera” y “Corazón de Sumampa” en el que la gente respondió con una gigante ovación para el cantante valorando la fuerza que hacía para poder cantar, manifestaciones de afecto que llegaron hasta el artista provocándole más soltura en el escenario y la primera sonrisa de la noche.

Y como tiene acostumbrado en sus shows, sin espacios la fiesta continuaba con “Achalay, Tierra Mojada” pero al finalizar, la disfonía era una realidad más que concreta que Mario volvió a reconocer: “Me gustaría estar en mejores condiciones pero tampoco puedo exigirme demasiado”.

Las palabras del artista contando la realidad de la música folklórica y la difusión, no podían faltar: “El espacio en la televisión pacata hace olvidar los talentos; una mediocridad total de chusmerío, totalmente desagradable para nosotros y nuestros hijos…Siempre están los mismos en el único programa de televisión, miembros de un solo sello, y como es un negocio y es todo de ellos, a mi nunca me verán ahí...”.

A partir de ese momento comenzó el desfile de artistas. Primeramente subió al escenario Pablo Achával quién cantó la chacarera “He vuelto” y la bella canción “Te escribe el corazón”, a dúo con el anfitrión, con que se ganó el aplauso de los fanáticos del santiagueño. Y como una forma de hurguetear el viejo cancionero folklórico, Achával se despidió interpretando una selección de zambas populares: “Cuando el amor se va”, “La Compañera”, “Zamba por vos” y “Zamba de mi esperanza”.

Posteriormente se adueñó de la tarima principal Carla Nieto, hija de Chango Nieto. Abrió con la chacarera “Sin condiciones”, continuó con la canción “A dónde van los pájaros que mueren”; a dúo con Álvarez Quiroga cantó “Mejor sigamos así” y para despedirse “A Monteros” y “Gatito del dulce amor”.

Luego el cantautor santiagueño cantó el bolero “Amar y vivir” que marcó el final de la fiesta: “No voy a cantar más, les prometo que será en otra oportunidad…pero bueno…no puedo más, es imposible...no quiero torturarme ni quiero torturarlos. Tuve la mejor intención pero quiero que comprendan que es mi instrumento de trabajo”, expresó entre sollozos Mario, en frases que dolieron en el público pero que apoyaron la decisión.

Al instante se ofreció a cantar el joven santiagueño Franco Ramírez que estaba de espectador e interpretó “El algarrobo”, “La causaleña”, “Zambita del Musiquero”. Y para cerrar su presentación “Chacarera del río” fue bailada por el guitarrista “Juanchi” Osuma y Carla Nieto.

La inquietud de su persona y las ganas de cantar fueron más fuertes y con el poco resto que le quedaba, Mario, interpretó una estrofa de “Penas y alegrías del amor”, pero sus deseos de plenitud se chocaban con el presente imposible de remediar.

Fue el momento del cordobés Pablo Lozano en el escenario. Comenzó su mini-recital con la canción de Ramón Ayala “Pan del agua” y la chacarera de Ica Novo “Chacarera de Ischilín”. Otra vez, Álvarez Quiroga tomó coraje y volvió al estrado, esta vez con la guitarra y haciendo la armonía en el vals “Córdoba de antaño”. Lozano cerró con la zamba “Córdoba en otoño” y a pedido del público “Amuy” –voz quichua que significa vengo o venidero-

Desde el público también colaboró en el show Omar Roldán con “Zamba para mi tristeza”, “La Ceferina” y a dúo con Mario Álvarez Quiroga se despidió con “Chacarera del chilalo”.

Ya llegando a la parte final de la velada, otro amigo del artista principal aportó con su canto, la noche de santiago en Buenos Aires; “El Sacha” Juan Romero cantó “Del tiempo de mi niñez” y la zamba “Si supiera”.

Los últimos momentos del show fueron del grupo “La Mezcla” con “Juanchi” Osuna en guitarra y voz, el santiagueño Paco Rojas en guitarra eléctrica, Pablo Hormachea en bajo y en percusión Alejo Álvarez Quiroga interpretando dos temas de su repertorio.

Para el cierre, Mario Álvarez Quiroga, junto con Pablo Lozano, Pablo Achaval y el regreso de Silvio Pedroso Campos en piano, cantó “A Don Ata” en que la gente despidió de pie la entrega y el corazón en el pecho cantor del artista consagrado.

Cada minuto de las dos horas y media de show parecían alejar más a Mario de sus expectativas en esta gala; los discursos con voz ronca fueron el resultado de la entrega que el artista dio hasta el último esfuerzo y cantar a pesar de no poder ni deber fueron el gesto memorable del profesional.

En los próximos meses estará haciendo una gira por el país anticipando su próximo material que será doble y en vivo grabado en el Teatro Empire el año pasado, una parte llamada “Mario para escuchar” y un DVD titulado “Mario para ver”.

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